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La Comisión Europea aprueba un período de transición hasta el 1 de agosto 2014

El pasado 9 de enero la Comisión Europea aprobó un período adicional de seis meses para poner en marcha SEPA sin detener la actividad empresarial. El período se amplía del 1 de febrero hasta el 1 de agosto

El próximo 1 de febrero entraba en vigor la normativa SEPA (Zona única de pagos en euros), sin embargo la UE prorrogará seis meses el plazo para aplicar los preceptos de esa normativa.

La idea es que durante ese periodo de tiempo se pueda aplicar el sistema en vigor anteriormente y el nuevo, por lo que aquellos que ya hayan tomado las medidas necesarias para cumplir el SEPA podrán aplicarlo y el resto tendrá una moratoria hasta agosto, el día uno de ese mes será obligatorio para todos.

Con ésto se pretende reducir el impacto económico que podría producirse en empresas y consumidores por el hecho de la entrada en vigor de esta normativa, considerando que muchos todavía no están suficientemente informados del alcance de la misma.

El propio Comisario no está seguro de que, teniendo en cuenta lo poco que falta para que llegue la fecha inicialmente fijada, dé tiempo a la Comisión Europea para aprobar esta moratoria, por lo que solicita a los países miembros que no hagan obligatorio el cumplimiento de este nueva normativa en su territorio.

Por tanto durante estos seis meses convivirán el sistema “antiguo” y el nuevo. A pesar de esta prórroga es recomendable que las empresas no demoren la aplicación del SEPA, teniendo en cuenta que es mucho más ventajoso este sistema que el que tenemos actualmente.

Que es el SEPA?

Es la Zona Única de Pagos en Euros que permitirá a empresas y particulares de 33 países hacer y recibir pagos electrónicos en las mismas condiciones.

Entra en vigor el Sepa ¿cómo me afecta?

Desde el 1 de febrero ha entrado en vigor la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por su siglas en inglés), la nueva normativa que permitirá empresas y particulares hacer y recibir pagos electrónicos en euros con las mismas condiciones básicas, derechos y obligaciones, independientemente del lugar donde estén.

La SEPA completa el proceso de mercado único en la Unión Europea (UE) que se inició en 2002 con la entrada en circulación del euro, y dota de un marco legal homogéneo a los instrumentos de pago en 33 países: los 28 miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega y Suiza.

Los usuarios podrán realizar pagos en cualquiera de esos 33 países con una sola cuenta, una única tarjeta y los mismos instrumentos financieros gracias al nuevo sistema, que unifica las comisiones que se cargan al cliente y no diferencia entre operativas nacionales e internacionales.

El principal cambio que deberán afrontar empresas y particulares para adaptarse a la SEPA es disponer de un nuevo código de cuenta, denominado IBAN (por sus siglas en inglés) a través del cual se canalizarán todas las operaciones bancarias.

Cualquier usuario que quiera efectuar una orden de pago o cobro -entre las que figuran las transferencias de nóminas, facturas, pago de cuotas de colegios, comunidades y asociaciones, o recibos de suministros o seguros- deberá conocer su IBAN.

¿Qué son el IBAN y el BIC?

Este dato, que sustituye al código de veinte dígitos utilizado hasta ahora en España -código cuenta cliente o CCC-, aparece en el extracto de cuenta y otras comunicaciones de los bancos, y también está disponible en las aplicaciones de banca electrónica.

Las entidades financieras harán la actualización de forma automática y gratuita en domiciliaciones y diferentes facturas, pero será necesario conocer el IBAN, que en España tendrá 24 dígitos, para realizar nuevas transferencias y órdenes de pago o cobro.

El BIC es el código internacional que identifica a la entidad bancaria.

En los últimos meses, las autoridades monetarias y supervisoras han alertado del retraso existente en la adaptación a las normas de la SEPA, que afecta especialmente a pymes, administraciones públicas, asociaciones y fundaciones, entre otras entidades.

Por ello, aunque el nuevo sistema entra en vigor mañana, 1 de febrero, la Comisión Europea (CE) ha propuesto un periodo adicional de seis meses para completar la transición, una prórroga que todavía debe ser respaldada por el pleno del Parlamento Europeo.

Durante esos seis meses "los pagos distintos al formato SEPA podrán ser aceptados aún para minimizar cualquier posible riesgo de distorsión para los consumidores y las empresas", explicó la CE.

El comisario de Mercado Interno y Servicios de la CE, Michel Barnier, que subrayó en un comunicado que un mercado interno necesita una SEPA eficiente, aseguró que "el periodo de transición no será extendido después del 1 de agosto".

"Ya advertí muchas veces de que la migración estaba ocurriendo de manera muy lenta y pido una vez más a los Estados miembros que asuman íntegramente sus responsabilidades y aceleren e intensifiquen los esfuerzos para migrar a la SEPA", dijo el comisario.

En este sentido, el Banco de España ha llevado a cabo una campaña informativa en la que aconsejan a los ciudadanos que averigüen los nuevos números de sus cuentas bancarias y de las empresas, particulares o instituciones a las que dirijan sus pagos, para que puedan hacerse efectivos.

La campaña remite a una página web (www.datecuenta.es) donde empresas y particulares pueden consultar sus dudas sobre la SEPA.